Peligra el juicio a Abel Miguel

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El fiscal Carlos Colimedaglia, tras más de quince mil fojas de trabajo, logró la elevación a Juicio Oral y Público por enriquecimiento ilícito del ex intendente Abel Miguel. En Tribunales Junín, todo pareciera estar orquestado para frenarlo.
Fotomontaje Aldo López

Más maniobras dilatorias

Es increíble la cantidad de triquiñuelas que la propia justicia hace para seguir demorando el juicio al ex intendente de Junín Ing. Abel Paulino Miguel.
El Fiscal del juicio, Dr. Ángel Quidiello, elevó nota al Tribunal Oral pidiendo el desafuero del ahora diputado Abel Miguel. El órgano supremo del juicio se lo denegó por considerar que ese pedido era resorte de la Fiscalía General.
De inmediato, el Dr. Quidiello solicitó al Fiscal General, Dr. Carlos Colimedaglia, la elevación a la Cámara de Diputados del pedido de desafuero. El fiscal estaba de vacaciones. Lo reemplazaba la fiscal Dra. Silvia Ermácora. Es conocido el sinnúmero de favores de la fiscal en ésta y otras causas que involucran a Abel Miguel. Se entiende. El esposo de la fiscal, ya fallecido, era una de las personas señaladas en el juicio como presunto testaferro del Ingeniero Miguel.

Ante aquel pedido, la fiscal Ermácora le contestó al Dr. Quidiello, en una maniobra evidentemente dilatoria, que debía pedir una aclaratoria al Tribunal Oral. Ante esto, el tribunal contestó al fiscal de juicio que la resolución era clara y quedaba firme.
Ante esta evidente nueva dilación, el Dr. Quidiello elevó recurso de queja a la Cámara de Apelaciones y Garantías y aparentemente, la Alzada ha resuelto intimar al Tribunal Oral a elevar el pedido de desafuero a la Cámara de Diputados.

Los tiempos procesales no son simples. Es lógico suponer que a veinte días de la fecha del juicio resultará imposible de cumplimentar el trámite burocrático que supone un pedido de tales características y por lo tanto, peligra la realización del juicio por enriquecimiento ilícito al ex intendente, ahora diputado por obra y gracia de Elisa Carrió, Abel Paulino Miguel.

Sorpresa

Si los abogados de las partes quisieran ver el expediente, hoy sería imposible. La causa, a veinte días del supuesto juicio, no está en los Tribunales de Junín. Abel Miguel y su abogado pidieron una nueva pericia y ahora el frondoso expediente de más de quince mil fojas se encuentra en… ¡el juzgado de Trenque Lauquen! Evidentemente, una nueva artimaña del diputado procesado para demorar el juicio oral que tiene fecha prevista (cada vez menos factible) para el próximo 27 de marzo.

Antecedentes de dos jueces del tribunal

Más allá de que se lleve a cabo o no el juicio en la fecha prevista, un manto de sospechas sobrevuela al tribunal Oral, al menos a dos de los jueces que lo integran.

El Dr. Andrés Francisco Ortiz ingresó a los Tribunales de Junín de la mano del diputado de la Coordinadora Radical, Carlos Raimundi sin intervención del Consejo de la Magistratura y no concursó jamás para ninguno de los cargos que obtuvo dentro del Departamento Judicial de Junín. Además, fue designado en el Centro Universitario Regional Junín, hoy UNNOBA, con el cargo de profesor, de la mano del entonces intendente de Junín, hoy el hombre que tiene que juzgar, Abel Paulino Miguel.

Por su parte, el Dr. Miguel Ángel Vilaseca ingresó a los Tribunales de Junín por gestión del entonces senador Peiro, juninense (Coordinadora Radical). Tal como en el caso del Dr. Ortiz no tuvo intervención alguna el Consejo de la Magistratura ni tampoco concursó jamás para ninguno de los cargos que obtuvo dentro del Departamento Judicial de Junín. También como su compañero de tribunal, fue nombrado por gestión de Abel Miguel, profesor en el CURJ, hoy UNNOBA.

Quien no tendría nada que ver con la política y está, por hoy, fuera de toda sospecha, es la tercera integrante del tribunal, Dra. Karina Piegari.

Mientras lo amenazan a Carlos Benítez, denunciante del enriquecimiento ilícito, y a su esposa y pretenden sobornar a periodistas, la causa avanza en aguas de borrascas. Los plazos son exiguos y nada indica que el próximo 27 de marzo empiece el debate.

Por lo que se ve, el juicio solo será posible si Abel Miguel tuviera el gesto de nobleza de pedir su propio desafuero. El ingeniero, que sigue diciendo a los pocos que quieren escucharlo que es inocente, no parece ser capaz de tamaña actitud de renunciar por su cuenta a los fueros que hoy lo protegen, aún en el supuesto de ser un delincuente. Tantas maniobras dilatorias generadas por su letrado indicarían que está muy lejos de su intención favorecer el accionar de la justicia.