miércoles, 26 de marzo de 2008

Se suspendió el juicio

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Abel Paulino Miguel ve fructificar una vez más sus maniobras dilatorias. El Tribunal Oral suspendió hoy el juicio por enriquecimiento ilícito cuya primera audiencia se debía celebrar mañana.
Ahora habrá que esperar a que la Cámara de Diputados se expida sobre el desafuero solicitado.





Una maniobra más y van...

Tal como lo adelantara en muchas oportunidades, el juicio al ex intendente de Junín, Abel Miguel, peligraba. La presunción se cumplió.

El Tribunal Oral, pese a que los juristas dicen claramente que no hacía falta, pidió a la Exma. Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, que produjera el desafuero del ahora diputado protegido por el paraguas de la Coalición Cívica. Lo hizo lo suficientemente tarde como para complicar la realización del juicio.

Recién el 19 de marzo, la empleada administrativa de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Silveria García, recibía el pedido de desafuero girado por el tribunal. Téngalo en cuenta: El juicio tenía fecha 27 de marzo y sólo ocho días antes se iniciaban las gestiones de tan intrincado proceso.

El Dr. Marcelo Feliú, presidente de la comisión, estaba en uso de licencia, por lo tanto el pedido de desafuero llegó a sus manos anoche, 25 de marzo, treinta horas antes del juicio. El resultado final, cantado. En la mañana de hoy, el tribunal anunció oficialmente a las partes la suspensión, sin fecha, del debate. Habrá que esperar que la cámara se expida y luego, seguramente, otro Vía Crucis.

1 comentario:

Unknown dijo...

En los fueros más internos, deseaba que quienes analizaban con tanto buen criterio esta realidad, se equivocaran...deseaba que apareciera "nos hemos equivocado...el juicio finalmente da comienzo"
Pero no, no se equivocaron...una vez más el pensar con dudas y desconfianza ha sido lo acertado.
Espero que la justicia funcione. Deseo que la justicia funcione. Y aún haciendo uso de la presunción de inocencia, que todos seamos medidos con la misma vara.
Una vez más, voy a creer...

Un abrazo que nos de fuerzas para seguir adelante.
Mónica