En defensa de la corrupción

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Abel Paulino Miguel, protegido por sus pares de la Cámara de Diputados, sostendrá los fueros que le conferirán impunidad cualquiera sea el fallo del tribunal que lo juzga por enriquecimiento ilícito
Foto Aldo López

La Corporación se defiende

La Cámara de diputados trató hoy, sobre tablas, el pedido de desafuero que el Ingeniero Miguel, en otra hábil jugada política, había solicitado. Coalición Cívica, UCR y unos pocos peronistas votaron por la afirmativa. La gran mayoría del bloque del FPV, por la negativa. “No vamos a votar en contra de la historia” dijeron. Y el proyecto pasó a comisión.

Era historia escrita

Esto ya lo había anticipado este blog el 13 de febrero en el artículo ¿Complot contra Meoni?, subtítulo, El dudoso juicio. No es nada extraño lo que pasa. Son tantos los corruptos que tienen cuentas pendientes con la justicia y que encuentran en la cámara una alianza para la impunidad que producir un desafuero es fijar un antecedente demasiado peligroso para la mayoría. Entonces, la negativa, y todos seguros, amparados en un privilegio digno de la era medieval. Es absurdo que hoy los fueron sigan existiendo cuando la gran gama de garantías constitucionales le asegura de por sí la libertad de expresión a un legislador, objetivo que buscaban, hace muchos años, aquellos fueros de entonces, perpetuados en el tiempo como reaseguro para actos reñidos con la moral y las buenas costumbres, para no ser groseros.

La hábil jugada de Miguel

Estiraron hasta el cansancio, el hartazgo, los plazos de este juicio. Quince mil fojas hacen de esta investigación, una histórica en los Tribunales de Junín. Utilizaron toda la maniobra legal posible de la mano de una justicia tan garantista que estuvo a punto de ser abolicionista. Pero llegó la hora. Justo cuando el Tribunal Oral, obligado por el Tribunal de Alzada, cursaba el pedido de desafuero a la cámara, Abel Miguel, como un conejo sacado de la galera de un mago, sacó su propio pedido de desafuero para decir... “Soy tan bueno y honesto que me pido yo mismo el desafuero”. Y ahora, seguramente dirá ... “yo quise ponerme a disposición de la justicia pero la cámara me lo denegó”. Se engaña a si mismo y a unos muy pocos que todavía le creen, por desinformados, por no pensar o por formar parte de esa legión de testaferros y beneficiados que la justicia nunca investigará pese a que figuran en el frondoso expediente. La gran mayoría de la población ya lo condenó. Nunca más caminó tranquilo por las calles de Junín.

Una opinión técnica

La Dra. Mary Mitchell, ex magistrada de Junín, en otro artículo de este blog, bajo el título de Miguel: Un desafuero innecesario , explica y fundamenta técnicamente que el juicio se debe hacer igual. Los fueros no deben impedirlo. En todo caso, encontrado culpable, sentenciado, el tribunal puede, en esa instancia, pedir el desafuero. Claro, habrá que ver si los actuales jueces opinan lo mismo. Siempre se habla de las “dos mitades de la biblioteca jurídica”, una y otra, casi permanentemente, con posturas antagónicas. Ahora llega la hora de ver en cual de las dos mitades se basarán los jueces.