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El escenario que viene
No hay ninguna duda que Mario Meoni consolidó su liderazgo.
Hubo quince boletas y catorce candidatos a intendentes. En realidad, siete candidatos y otros siete… Sólo hay que ver que entre los primeros de la grilla se llevaron el 95% de los votos positivos. Está todo dicho.
Con casi el 41% de los sufragios, el actual intendente sacó más que los tres que le siguieron en los cómputos. Porque conquistó al electorado con su gestión de cuatro años; porque supo manejar políticamente las alianzas en el plano local, provincial y nacional; porque fue más convincente que sus oponentes; porque ellos equivocaron el método o el mensaje o ambas cosas; porque la gente vota personas y fue en quien más confió; porque Junín es conservador y cuando algo lo satisface no fuerza un cambio porque sí; o por todas esas cosas juntas y de a poquito. Lo cierto es que hay otros cuatro años de Meoni. Lo decían las encuestas, se observaba en la lógica política –ver artículo El escenario posible - lo dijeron las urnas.
El proyecto
En un reportaje publicado hoy por el matutino Democracia de Junín, el intendente da una idea acabada de lo que dijo en campaña y pareciera ser su norte. Gestión a alto nivel y desarrollo estratégico. Luis Domenianni, secretario de redacción del diario, realizó una entrevista de profundo contenido selectivo en dónde, con gran poder de síntesis, destaca los pasajes de la charla en la cual, el intendente reelecto, ratifica todo lo adelantado en mi programa de radio en el reportaje preelectoral casi como si fuera de memoria y con algunos complementos importantes. Habló de biocombustibles, informática tanto en software como en hardware, industria agroalimentaria, telecomunicaciones, polo tecnológico e informático, educación técnica, doble escolaridad bilingüe, energía eléctrica, gas, agua potable y cloacas al cien por ciento de la población, subsidios y créditos muy accesibles para el desarrollo industrial Pyme, inversión en caminos rurales, viviendas, asistencia social digna pero en retroceso ante la inserción de las personas en el mercado laboral. Una ciudad de ciento veinte a ciento treinta mil habitantes en el ejido urbano, con avenidas rápidas para la circulación y con seguridad brindada por la provincia con todo el respaldo comunal. Está claro que es una visión que excede largamente el ya superado modelo del intendente recaudador y administrador de impuestos.
El mapa político que se viene
Es cierto que, como dice Meoni, a él lo votaron más que a todos los demás con representación legislativa juntos. Pero en el Honorable Concejo Deliberante el oficialismo es, junto a los peronistas de Henestrosa, la primera minoría. Y nada más que eso.
No hay ninguna duda que Mario Meoni consolidó su liderazgo.
Hubo quince boletas y catorce candidatos a intendentes. En realidad, siete candidatos y otros siete… Sólo hay que ver que entre los primeros de la grilla se llevaron el 95% de los votos positivos. Está todo dicho.
Con casi el 41% de los sufragios, el actual intendente sacó más que los tres que le siguieron en los cómputos. Porque conquistó al electorado con su gestión de cuatro años; porque supo manejar políticamente las alianzas en el plano local, provincial y nacional; porque fue más convincente que sus oponentes; porque ellos equivocaron el método o el mensaje o ambas cosas; porque la gente vota personas y fue en quien más confió; porque Junín es conservador y cuando algo lo satisface no fuerza un cambio porque sí; o por todas esas cosas juntas y de a poquito. Lo cierto es que hay otros cuatro años de Meoni. Lo decían las encuestas, se observaba en la lógica política –ver artículo El escenario posible - lo dijeron las urnas.
El proyecto
En un reportaje publicado hoy por el matutino Democracia de Junín, el intendente da una idea acabada de lo que dijo en campaña y pareciera ser su norte. Gestión a alto nivel y desarrollo estratégico. Luis Domenianni, secretario de redacción del diario, realizó una entrevista de profundo contenido selectivo en dónde, con gran poder de síntesis, destaca los pasajes de la charla en la cual, el intendente reelecto, ratifica todo lo adelantado en mi programa de radio en el reportaje preelectoral casi como si fuera de memoria y con algunos complementos importantes. Habló de biocombustibles, informática tanto en software como en hardware, industria agroalimentaria, telecomunicaciones, polo tecnológico e informático, educación técnica, doble escolaridad bilingüe, energía eléctrica, gas, agua potable y cloacas al cien por ciento de la población, subsidios y créditos muy accesibles para el desarrollo industrial Pyme, inversión en caminos rurales, viviendas, asistencia social digna pero en retroceso ante la inserción de las personas en el mercado laboral. Una ciudad de ciento veinte a ciento treinta mil habitantes en el ejido urbano, con avenidas rápidas para la circulación y con seguridad brindada por la provincia con todo el respaldo comunal. Está claro que es una visión que excede largamente el ya superado modelo del intendente recaudador y administrador de impuestos.
El mapa político que se viene
Es cierto que, como dice Meoni, a él lo votaron más que a todos los demás con representación legislativa juntos. Pero en el Honorable Concejo Deliberante el oficialismo es, junto a los peronistas de Henestrosa, la primera minoría. Y nada más que eso.
El bloque del MID quedará con cuatro miembros, uno de ellos, la arquitecta Cecilia Peiro, de corte netamente independiente.
Militancia Social será un monobloque de Gustavo Traverso.
Coalición Cívica, otro monobloque, de la Lic. Magdalena Ricchini.
El oficialismo presenta, aparentemente, una formación mucho más sólida que la que sale: Se supone que los cuatro que entran, Bay, Feldman, Guevara y Figgini Bava se alinearán junto a Petraglia y Hilger quienes ya han dado sobradas pruebas de coherencia con el proyecto del intendente.
El Frente para la Victoria aparece como más heterogéneo. Quedan Rosa, Troilo y De Lucca. Se suma el fluctuante Tomás Kiernan que llegó a su segundo mandato con Traverso, luego se fue con Franco y ahora desembarca en las líneas de Henestrosa. Llegan Carlos Barbero, histórico militante peronista, seguramente perfectamente alineado, y Abel Vera, joven pejotista, por sus propias declaraciones mucho más proclive a acuerdos oficiales que a oposición.
Queda claro que, en la búsqueda de gobernabilidad, el oficialismo tendrá que desarrollar una cuidadosa ingeniería si quiere pasar sin tropiezos por los caminos legislativos que le den sustento a una gestión no demasiado correspondida por muchos opositores aunque sí por la mayoría del electorado; al menos de los que tienen representación en el HCD.
La primera de las grandes batallas se dará antes de los cambios. Será en la búsqueda de lograr la aprobación del presupuesto. La segunda, la presidencia del HCD. El Dr. Adrián Feldman aparece como el hombre ideal. Por formación profesional y política, el actual Secretario de Gobierno tiene sobrados pergaminos para conducir el cuerpo y para coordinar tareas legislativas que favorezcan la gestión. Necesitará de la comprensión del cuerpo para poder llegar a acuerdos y del soporte del ejecutivo a la hora de negociar. Las dos son condiciones ineludibles para que una gestión, a todas luces estratégica, tenga el camino libre para su concreción total.
Queda claro que, en la búsqueda de gobernabilidad, el oficialismo tendrá que desarrollar una cuidadosa ingeniería si quiere pasar sin tropiezos por los caminos legislativos que le den sustento a una gestión no demasiado correspondida por muchos opositores aunque sí por la mayoría del electorado; al menos de los que tienen representación en el HCD.
La primera de las grandes batallas se dará antes de los cambios. Será en la búsqueda de lograr la aprobación del presupuesto. La segunda, la presidencia del HCD. El Dr. Adrián Feldman aparece como el hombre ideal. Por formación profesional y política, el actual Secretario de Gobierno tiene sobrados pergaminos para conducir el cuerpo y para coordinar tareas legislativas que favorezcan la gestión. Necesitará de la comprensión del cuerpo para poder llegar a acuerdos y del soporte del ejecutivo a la hora de negociar. Las dos son condiciones ineludibles para que una gestión, a todas luces estratégica, tenga el camino libre para su concreción total.
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