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A estas dos imponentes piletas, las acompaña una pequeña para niños y a partir de enero 2008, una nueva de veinte metros de largo
por ocho de ancho para producir, seguramente, un nuevo récord de bañistas en la temporada que se inicia.
Sindicalismo activo
No es buena época para los sindicalistas. Por muchos trapos sucios desde hace también muchos años, el sindicalismo no está bien visto por la ciudadanía. El mote de “sindicalista” es casi sinónimo de algo impresentable. Esto es grave. Porque no todos fueron y son así, porque el rol de los sindicatos es y, cada vez más, será trascendente en la “lucha de clases” en la Argentina porque la única defensa seria que puede tener un trabajador la puede presentar un sindicato serio. Y no debe ser sinónimo de combativo ni “tirabombas”. Significa ni más ni menos que eso, profundo respeto por el trabajo de sus afiliados y por el capital de los empleadores que los generan o del estado que los emplea. No es poca cosa.
Una lucha difícil
Es cierto que la lucha sindical, en algunos gremios como el de comercio se enfrenta con problemas difíciles a la hora de ejercer la defensa de sus afiliados. En una ciudad como la nuestra, con mucho comercio minorista con relativa rentabilidad, es muy complicado hacer valer todos los derechos de los trabajadores. Hasta los mismos empleados, en muchos casos, aceptan con razonamiento crítico que sus empleadores fluctúen, todo el tiempo, entre buscar mecanismos para pagar menos sueldos y menos aportes o reducir los puestos de trabajo. No es legal, pero lo comprenden y aceptan trabajar todo un turno y que los declaren en media jornada y otras maniobras de ese tenor. Allí el sindicato puede hacer poco o nada. El mismo afiliado es “cómplice” del “infractor”.
En ese marco, es muy difícil la lucha por mejores salarios reales. Se pueden pelear horarios y salarios en las grandes cadenas de supermercados y algún que otro comercio destacado. Nada más. Esto que pasa en Junín sucede en todo el interior y buena parte del degradado conurbano. A esto que pasa hay que sumarle cierta quietud de las autoridades nacionales del gremio en la búsqueda de recompensas para sus afiliados.
Aguzar el ingenio
Por todo lo expresado, el Sindicato de Empleados de Comercio de Junín ha buscado mecanismos para mejorar la condición de vida de sus afiliados. Con una enorme cantidad de beneficios, no sólo mejora la accesibilidad a oportunidades sino que les ahorra dinero con lo que, por lógica pura, les hace rendir más el sueldo que perciben en sus respectivos trabajos.
Hoy, un afiliado al sindicato tiene nada menos ni nada más que salud a costo cero. Argentina “año verde”. En un edifico modelo, a la vanguardia arquitectónica en la ciudad y la región, cada empleado y su familia no paga ni bono, ni diferencia, tanto para las consultas como las prácticas; tiene consultorios desdoblados en el centro y en Villa Belgrano, la “otra” parte de la ciudad, todo el poderío del la Clínica Privada Sanatorio Junín a su total disposición, con salas exclusivas para su internación con DVD y TV sin cargo alguno y tres farmacias sindicales en las que compra con ventajas muy importantes con respecto al resto de la oferta.
No sólo salud
Los afiliados pueden acceder a un jardín de infantes-guardería que es de lo mejor que se puede encontrar en el país. Diseño de excelencia, diversificación de actividades y una atención de privilegio para una demanda que año a año desborda la capacidad de contención generando una lista de espera centenaria que, salvo los primeros puestos, siempre queda esperando una próxima oportunidad.
Un megacomplejo
Un predio deportivo de más de seis hectáreas, con piletas, quinchos, parrillas, camping, vestuarios, salón de juegos infantiles y canchas de diversos deportes recibe masiva concurrencia tanto en verano como en invierno. Como si esto fuera poco, por estas horas el sindicato está construyendo una nueva pileta de 20 x 8 por un metro de profundidad para seguir atendiendo a la familia mercantil; más quinchos, más sillas, mesas, parrillas, sillones y sombrillas porque, más fichas de pileta significan mucho más público en verano. Además, un abanico de posibilidades de entretenimientos organizados, dirigidos por personal especializado, da opciones de actividad constante para salud y esparcimiento.
Ahora Córdoba
Ante la gran respuesta de sus afiliados, el sindicato juninense adquirió un predio importante en Arroyo de los Patos, provincia de Córdoba, a cuatro quilómetros de Mina Clavero. Allí se están levantando las primeras cuatro de ocho cabañas de material, con cocheras, dotadas de todo el confort, a sólo cuatrocientos metros del cauce del río Los Sauces. Una zona todavía casi virgen cuya urbanización avanza a pasos agigantados. Probablemente para marzo de 2008 se pueda estar inaugurando la primera parte de la construcción. No obstante, al predio inicial ya se le ha incorporado un nuevo lote lindero para forestar y completar así un lugar sumamente agradable para que la familia mercantil de Junín pueda vacacionar a muy bajo costo. Tan es así que se está planificando la compra de un vehículo especialmente preparado para llevar y traer los contingentes, no sólo para abaratar costos, sino también para simplificar los traslados de las familias afiliadas.
Julio Henestrosa, en muy pocos años, a su vuelta desde la administración nacional, ha producido una verdadera transformación integral a la seccional Junín del Sindicato Empleados de Comercio. Un equipo consustanciado con el objetivo lo acompaña. Son todos dirigentes que crecen sustantivamente a su lado en la tarea creativa en beneficio de los socios y para engrandecer la institución. Una catarata de obras y la inclusión de muchísimas familias adheridas a través de la Mutual Mercantil del Noroeste, le ha dado al sindicato de Junín un protagonismo indiscutible acompañando el crecimiento de la ciudad.
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