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Cuatro años para un Junín que necesita seguir creciendo
El diez de diciembre está cada vez más cerca
Meoni deshoja la margarita
Nadie sabe a ciencia cierta que hay dentro de la cabeza del intendente reelecto. Algunos nombres ha soltado, casi como pregunta más que como afirmación. Pero lo concreto está por verse. Sus más cercanos colaborados lo conocen bien. No funciona bajo presión. Si llegara a suponer que alguien trata de imponerle un nombre, desconfiado como político de raza que es, lo descartaría de inmediato, por las dudas. Alguien muy cercano a él dijo casi como sentencia: “Nombre que aparece en la prensa se cae”.
Meoni deshoja la margarita
Nadie sabe a ciencia cierta que hay dentro de la cabeza del intendente reelecto. Algunos nombres ha soltado, casi como pregunta más que como afirmación. Pero lo concreto está por verse. Sus más cercanos colaborados lo conocen bien. No funciona bajo presión. Si llegara a suponer que alguien trata de imponerle un nombre, desconfiado como político de raza que es, lo descartaría de inmediato, por las dudas. Alguien muy cercano a él dijo casi como sentencia: “Nombre que aparece en la prensa se cae”.
Sé que es mucho más inteligente que alguien que pudiera funcionar así, casi como por capricho. Pero que no le gustan las imposiciones, de eso no hay dudas. Es más, mucho peor cuando lo dicho le huele a amenaza, a intento de amedrentamiento; cuando le huele simplemente, aunque no lo sea. Será por eso que nadie se anima a decir nada. Absolutamente.
Esto que sigue, podría llegar a pasar.
Acción social.
Deberá hacer cambios profundos. En otro artículo de este blog – “Los más y los menos etc…”- hacía referencia de las inhabilidades que saltaron a la vista en el área. Dicen que un histórico de su riñón, que en algún momento ocupó un cargo relevante, podría recalar en calle Gandini. Un hombre de bajo perfil, con mucho manejo en los sectores sociales en los que la acción debe llegar a pleno. De los profesionales no se sabe nada. Los tres de primera línea son excelentes médicos pero muy poco “políticos” en la función. No se ve el reemplazo. Pero parece inevitable que haya alguno. Las segundas y terceras líneas deberán trabajar mucho más cerca de la gente que necesita. Falta motivación y motivadores. Problema serio a resolver. El tema es encontrar cómo, pero mucho más difícil es con quién. Tiene algunas personas cercanas que parecieran ser útiles. Habrá que ver si colman sus expectativas.
Inspección general
Falta el hombre que dirija, que sea capaz de funcionar sin que le tiemble el pulso con un par de máximas excluyentes. Una es, como decía Perón, “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada” y yo le agregaría “para todo el mundo, cualquiera sea el nombre, grado o relación”. La otra es “con y no contra los inspectores, pero si es necesario, a pesar de ellos”
Esto que sigue, podría llegar a pasar.
Acción social.
Deberá hacer cambios profundos. En otro artículo de este blog – “Los más y los menos etc…”- hacía referencia de las inhabilidades que saltaron a la vista en el área. Dicen que un histórico de su riñón, que en algún momento ocupó un cargo relevante, podría recalar en calle Gandini. Un hombre de bajo perfil, con mucho manejo en los sectores sociales en los que la acción debe llegar a pleno. De los profesionales no se sabe nada. Los tres de primera línea son excelentes médicos pero muy poco “políticos” en la función. No se ve el reemplazo. Pero parece inevitable que haya alguno. Las segundas y terceras líneas deberán trabajar mucho más cerca de la gente que necesita. Falta motivación y motivadores. Problema serio a resolver. El tema es encontrar cómo, pero mucho más difícil es con quién. Tiene algunas personas cercanas que parecieran ser útiles. Habrá que ver si colman sus expectativas.
Inspección general
Falta el hombre que dirija, que sea capaz de funcionar sin que le tiemble el pulso con un par de máximas excluyentes. Una es, como decía Perón, “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada” y yo le agregaría “para todo el mundo, cualquiera sea el nombre, grado o relación”. La otra es “con y no contra los inspectores, pero si es necesario, a pesar de ellos”
Hay un par de nombres que dan vueltas por los pasillos pero nadie sabe que pasa en la cabeza de Meoni. Pero un cambio hace falta; o a lo mejor no un cambio, más bien un refuerzo.
Es cierto que dentro de las filas hay dos hombres con mucho conocimiento y aptitud organizativa, pero no parecen tener la personalidad necesaria para ejercer el liderazgo que hace falta.
Seguridad
Falta el hombre que se ponga al frente en nombre del intendente. Está claro que el Secretario General, Dr. Damián Itoiz, tiene todo el peso político como para ejercer el liderazgo. Pero su función es más de gestión a alto vuelo. Es el único político de nivel para gestionar en “todo terreno” después del intendente. Es el hombre que el jefe comunal tiene a mano para cualquier gestión en cualquier ámbito. Por una gran capacidad natural y notoria audacia – necesaria si se quiere dar el paso que marque la diferencia- el Dr. Damián Itoiz puede representar al intendente en presidencia, gobernación o como ya lo ha hecho sobradamente bien, en foros internacionales. Tras cuatro años de gestión, tras haber ingresado con severos cuestionamientos de propios y extraños, ha dado vuelta la valoración y ya hoy nadie deja de reconocer su enorme valía cuando “las papas queman”. Es todo mérito suyo al amparo de un intendente que lo bancó ciento por ciento desde el vamos. “Damián se va conmigo” llegó a decir el intendente cuando arreciaban las críticas a su –por entonces- joven secretario de gobierno. Una vez más, la fina intuición de un "animal político pura sangre" como Meoni dio su resultado.
Todo esto para decir que Itoiz debe tener un hombre al lado para la tarea local de seguridad. Un funcionario que lleve adelante reuniones casi diarias con los vecinos, las organizaciones intermedias, los foros y las fuerzas de seguridad. No está. Hay que encontrarlo. Excepto que Emilio Ballesteros deje de lado sus sueños de especialista nacional de seguridad, deje de ser “asesor a medias” de otros municipios y se ponga a trabajar a pleno con los vecinos de Junín. Claro, habrá que ver si, solo, al frente del operativo, sin Itoiz al lado, tiene todo lo que hay que tener para lograr resultados positivos. Si así no fuera, debiera irse sin que se lo pidan.
Secretaría de Gobierno
Hay dos formas de ejercerla. Una inminentemente técnica. Perfil bajo, mucho trabajo, nada de exposición. La otra, política. Hasta acá el Dr. Adrián Feldman, más allá de un par de errores iniciales, llevó a cabo una gestión casi ideal. Muy buen perfil técnico, mucho trabajo y buena respuesta política cada vez que fue necesario. Por eso se ganó el lugar del HCD. Allí tiene todo para llevar adelante una gestión política intensa, altamente necesaria para los próximos cuatro años de gobierno de Meoni. Se dice que el área podría ser ocupada por un funcionario en ascenso, técnico por antonomasia, de buena gestión en otra área del municipio. Sería casi lógico. Un buen abogado, con sólida formación profesional, subordinado plenamente al poder político del intendente, es una solución nada despreciable. Máxime cuando el técnico-político no está disponible o no existe en las inmediaciones.
Obras sanitarias
Parece increíble que no haya un ingeniero en el área. Es un riesgo demasiado grande si se tiene en cuenta que un colapso en agua o cloacas sería como una bomba atómica en el centro de la ciudad.
Es cierto que dentro de las filas hay dos hombres con mucho conocimiento y aptitud organizativa, pero no parecen tener la personalidad necesaria para ejercer el liderazgo que hace falta.
Seguridad
Falta el hombre que se ponga al frente en nombre del intendente. Está claro que el Secretario General, Dr. Damián Itoiz, tiene todo el peso político como para ejercer el liderazgo. Pero su función es más de gestión a alto vuelo. Es el único político de nivel para gestionar en “todo terreno” después del intendente. Es el hombre que el jefe comunal tiene a mano para cualquier gestión en cualquier ámbito. Por una gran capacidad natural y notoria audacia – necesaria si se quiere dar el paso que marque la diferencia- el Dr. Damián Itoiz puede representar al intendente en presidencia, gobernación o como ya lo ha hecho sobradamente bien, en foros internacionales. Tras cuatro años de gestión, tras haber ingresado con severos cuestionamientos de propios y extraños, ha dado vuelta la valoración y ya hoy nadie deja de reconocer su enorme valía cuando “las papas queman”. Es todo mérito suyo al amparo de un intendente que lo bancó ciento por ciento desde el vamos. “Damián se va conmigo” llegó a decir el intendente cuando arreciaban las críticas a su –por entonces- joven secretario de gobierno. Una vez más, la fina intuición de un "animal político pura sangre" como Meoni dio su resultado.
Todo esto para decir que Itoiz debe tener un hombre al lado para la tarea local de seguridad. Un funcionario que lleve adelante reuniones casi diarias con los vecinos, las organizaciones intermedias, los foros y las fuerzas de seguridad. No está. Hay que encontrarlo. Excepto que Emilio Ballesteros deje de lado sus sueños de especialista nacional de seguridad, deje de ser “asesor a medias” de otros municipios y se ponga a trabajar a pleno con los vecinos de Junín. Claro, habrá que ver si, solo, al frente del operativo, sin Itoiz al lado, tiene todo lo que hay que tener para lograr resultados positivos. Si así no fuera, debiera irse sin que se lo pidan.
Secretaría de Gobierno
Hay dos formas de ejercerla. Una inminentemente técnica. Perfil bajo, mucho trabajo, nada de exposición. La otra, política. Hasta acá el Dr. Adrián Feldman, más allá de un par de errores iniciales, llevó a cabo una gestión casi ideal. Muy buen perfil técnico, mucho trabajo y buena respuesta política cada vez que fue necesario. Por eso se ganó el lugar del HCD. Allí tiene todo para llevar adelante una gestión política intensa, altamente necesaria para los próximos cuatro años de gobierno de Meoni. Se dice que el área podría ser ocupada por un funcionario en ascenso, técnico por antonomasia, de buena gestión en otra área del municipio. Sería casi lógico. Un buen abogado, con sólida formación profesional, subordinado plenamente al poder político del intendente, es una solución nada despreciable. Máxime cuando el técnico-político no está disponible o no existe en las inmediaciones.
Obras sanitarias
Parece increíble que no haya un ingeniero en el área. Es un riesgo demasiado grande si se tiene en cuenta que un colapso en agua o cloacas sería como una bomba atómica en el centro de la ciudad.
Convocar mediante concursos a profesionales y técnicos jóvenes para liderar un proceso de cambio trascendente puede ser una salida más que interesante e innovadora. De nueva política, como gustan llamar algunos.
Uno tiene la sensación que hubo manejos que son sólo comprensibles dentro de la lógica política donde, cuando suele decirse, “dos más dos es cualquier cosa menos cuatro”. Pero eso ya pasó. Meoni pagó los precios de una alianza múltiple mucho más caro y al contado que muchísimos políticos en su lugar. De aquella alianza de 2003 con la que ganó la interna primero y luego el sillón de calle Rivadavia ya no queda casi nada. Por lo tanto, compromisos tampoco. El RAPACA que por entonces lo acompañó, ahora se fue a “jugar” con el lic. Gustavo Gómez. Causa Popular, que lideraba Julio Ginzo no sólo se desarmó; Ginzo hasta se alegró cuando, intervención mediante, lo echaron a patadas del comité de Belgrano 20, la casa Radical, el otrora glorioso Comité Junín de la UCR. Sólo el reducido grupo de los Itoiz, del Ateneo Arturo Ilía, quedaron junto al intendente. “Muerto el perro se acabó la rabia”, decía mi abuelo. El intendente tiene total libertad para disponer de varios cargos, mal cubiertos hasta ahora, de acuerdo a su leal saber y entender, para ser ocupados por otros hombres de su entorno o de afuera. Ya no hay que pensar en pagar acuerdos políticos y por lo tanto, puede decidir sin miramientos.
Es cierto que la administración pública tiene sus bemoles. Los sueldos municipales, incluso para los cargos jerárquicos, son tan bajos que no pueden competir ni de movida con la actividad privada. Hoy estamos, por suerte, en una Argentina dónde los ingenieros no tienen que ir a trabajar de taxistas. Ganan muy bien en cualquier empresa. Y están todos ocupados. Incluso antes de egresar de la facultad. Por ello se torna muy difícil conseguir profesionales para la actividad pública. Tampoco hay buenos técnicos que acepten ganar lo que el municipio puede pagar. Esta es una cuestión que debira ser prioridad para el Honorable Concejo Deliberante. En vez de hacer demagogia con sueldos políticos bajos y tasas que no reflejan la realidad de los costos operativos de una gestión de progreso, debieran buscar mecanismos para que los profesionales municipales ganen lo que reciben en la actividad privada. Va a ser la única forma de tener a los mejores trabajando para el pueblo de Junín.
La Súper Subsecretaría
Roberto Bay también ganó su lugar en el Concejo Deliberante. Deja un área en la que queda mucho por hacer. Demasiado. Turismo tiene que aportar mucho más que lo que pudo hasta ahora. Juventud, ni hablar. hasta aquí una mancha oscura. Deportes tuvo logros, por ahí no todos los esperados. Pesca fue el éxito de la gestión. Lejos lo mejor del área.
Ya hace mucho tiempo que, desde mi programa de radio, presumo que el reemplazante del kinesiólogo va a ser el periodista Mauricio Mansilla. El hombre ha tenio una relevante gestión en Agustín Roca y ahora deja. Tiene sobrados contactos en todo el país a través de esa llave poderosa que significa la pantalla de Canal 13, T&C Sport y Radio Colonia de la mano del equipo Carburando. Además, como señal inequívoca, condujo los talleres del área de turismo y deportes en Espacio Abierto, el centro técnico de campaña del intendente. Es moderado, trabajador, subordinado, agradecido y por si esto fuera poco, joven. Un técnico con perfil político incipiente. De la mano de Meoni y con su propio empeño, puede llegar lejos. La subsecretaría, si se la sabe aprovechar, da mucho margen para el lucimiento con muy poco riesgo de conflicto. Ideal para continuar desarrollando una carrera política sin mayores tropiezos.
Prensa
Un área que se ha ido encaminando durante los primeros pasos y no ha dejado de dar sus frutos. Ante la falta de un vocero político, el área que conduce el joven periodista Javier Gabrielli ha suplido de alguna manera esa tarea. Muchísimos domingos las gacetillas y las fotos de la oficina de prensa fueron tapas destacadas de los dos diarios locales. No es poca cosa. Es cierto que Gabrielli se ha transformado más en un operador político que en jefe de prensa, pero se multiplica y cumple bien los roles. Se lo ve muy cerca del intendente, integrando una mesa de decisión a la que muy pocos acceden. Como Mansilla, pareciera estar dando pasos firmes en política.
Como se ve, muchas definiciones por delante, poco tiempo y pocos nombres en el escenario posible.
Uno tiene la sensación que hubo manejos que son sólo comprensibles dentro de la lógica política donde, cuando suele decirse, “dos más dos es cualquier cosa menos cuatro”. Pero eso ya pasó. Meoni pagó los precios de una alianza múltiple mucho más caro y al contado que muchísimos políticos en su lugar. De aquella alianza de 2003 con la que ganó la interna primero y luego el sillón de calle Rivadavia ya no queda casi nada. Por lo tanto, compromisos tampoco. El RAPACA que por entonces lo acompañó, ahora se fue a “jugar” con el lic. Gustavo Gómez. Causa Popular, que lideraba Julio Ginzo no sólo se desarmó; Ginzo hasta se alegró cuando, intervención mediante, lo echaron a patadas del comité de Belgrano 20, la casa Radical, el otrora glorioso Comité Junín de la UCR. Sólo el reducido grupo de los Itoiz, del Ateneo Arturo Ilía, quedaron junto al intendente. “Muerto el perro se acabó la rabia”, decía mi abuelo. El intendente tiene total libertad para disponer de varios cargos, mal cubiertos hasta ahora, de acuerdo a su leal saber y entender, para ser ocupados por otros hombres de su entorno o de afuera. Ya no hay que pensar en pagar acuerdos políticos y por lo tanto, puede decidir sin miramientos.
Es cierto que la administración pública tiene sus bemoles. Los sueldos municipales, incluso para los cargos jerárquicos, son tan bajos que no pueden competir ni de movida con la actividad privada. Hoy estamos, por suerte, en una Argentina dónde los ingenieros no tienen que ir a trabajar de taxistas. Ganan muy bien en cualquier empresa. Y están todos ocupados. Incluso antes de egresar de la facultad. Por ello se torna muy difícil conseguir profesionales para la actividad pública. Tampoco hay buenos técnicos que acepten ganar lo que el municipio puede pagar. Esta es una cuestión que debira ser prioridad para el Honorable Concejo Deliberante. En vez de hacer demagogia con sueldos políticos bajos y tasas que no reflejan la realidad de los costos operativos de una gestión de progreso, debieran buscar mecanismos para que los profesionales municipales ganen lo que reciben en la actividad privada. Va a ser la única forma de tener a los mejores trabajando para el pueblo de Junín.
La Súper Subsecretaría
Roberto Bay también ganó su lugar en el Concejo Deliberante. Deja un área en la que queda mucho por hacer. Demasiado. Turismo tiene que aportar mucho más que lo que pudo hasta ahora. Juventud, ni hablar. hasta aquí una mancha oscura. Deportes tuvo logros, por ahí no todos los esperados. Pesca fue el éxito de la gestión. Lejos lo mejor del área.
Ya hace mucho tiempo que, desde mi programa de radio, presumo que el reemplazante del kinesiólogo va a ser el periodista Mauricio Mansilla. El hombre ha tenio una relevante gestión en Agustín Roca y ahora deja. Tiene sobrados contactos en todo el país a través de esa llave poderosa que significa la pantalla de Canal 13, T&C Sport y Radio Colonia de la mano del equipo Carburando. Además, como señal inequívoca, condujo los talleres del área de turismo y deportes en Espacio Abierto, el centro técnico de campaña del intendente. Es moderado, trabajador, subordinado, agradecido y por si esto fuera poco, joven. Un técnico con perfil político incipiente. De la mano de Meoni y con su propio empeño, puede llegar lejos. La subsecretaría, si se la sabe aprovechar, da mucho margen para el lucimiento con muy poco riesgo de conflicto. Ideal para continuar desarrollando una carrera política sin mayores tropiezos.
Prensa
Un área que se ha ido encaminando durante los primeros pasos y no ha dejado de dar sus frutos. Ante la falta de un vocero político, el área que conduce el joven periodista Javier Gabrielli ha suplido de alguna manera esa tarea. Muchísimos domingos las gacetillas y las fotos de la oficina de prensa fueron tapas destacadas de los dos diarios locales. No es poca cosa. Es cierto que Gabrielli se ha transformado más en un operador político que en jefe de prensa, pero se multiplica y cumple bien los roles. Se lo ve muy cerca del intendente, integrando una mesa de decisión a la que muy pocos acceden. Como Mansilla, pareciera estar dando pasos firmes en política.
Como se ve, muchas definiciones por delante, poco tiempo y pocos nombres en el escenario posible.
2 comentarios:
¿No son algo excesivos los elogios hacia Meoni, ¡Itoiz!, Bay y Cia.?
Digo, me parece... la falta de mejores dirigentes no enaltece a los que tenemos, muy por el contrario debe preocuparnos.
Es probable... a lo mejor la mediocridad nos envuelve a todos y en el país de los ciegos... el tuerto es rey. O no... Quizás idealizamos el modelo que buscamos y no existe... Sería bueno que empecemos a pensar en quiénes podrían ser mejores para sumarlos de alguna forma a la lucha diaria por un Junín mejor. Está bueno proponerlos. Adelante!
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