En unos pocos kilómetros España sufrió dos atentados. en menos de 24 horas, Los terroristas están detenidos o muertos, al menos en su mayoría. Uno no puede dejar de pensar en la embajada de Israel en la Argentina, la AMIA, la muerte de Nisman, la desaparición de Julio López, Santiago Maldonado, el avión que iba al norte con tres personas, el caso Pomar, y seguramente cientos de casos diferentes pero con un destino casi común, la lentitud exasperante en su resolución y, en la mayoría de esos casos, en el no esclarecimiento.
Qué lejos estamos. Podríamos decir que la explosión en Alcanar, a 200 km de Barcelona, dio una pista segura. Acá se voló la embajada y la AMIA y no fue elemento como para detectar nada. y peor, acá no se detiene a nadie, o casi nadie y la mayoría de las veces a personajes menores o perejiles; triste situación.
Argentina MALgasta fortunas en servicios de seguridad e inteligencia, organizaciones militarizadas o policiales especiales, despliega fuerzas a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio y nada. Lo único que se sabe es que desde hace cuarenta años los organismos de de seguridad van cambiando de nombre y de jefes políticos, pero sus actores son los mismos, y casi siempre sospechados de estar más del lado del encubrimiento que del esclarecimiento.
Y este gobierno nada ha cambiado, o casi nada. España vive su tragedia, el mundo occidental la sufre, pero de inmediato ha reaccionado y ha mostrado a la ciudadanía del mundo que sus fuerzas de seguridad funcionan. Quizás les falte mucho más en prevención y esto tenga que ver más con coordinación internacional que con su propia excelencia pero ante la acción, reaccionan y cumplen.
Uno tiene la sensación que nuestros organismos están becados para hacer turismo y de paso ofrecer protección al delito interno y externo. La seguridad interior e inteligencia de estado es, sin lugar a dudas, otra parte mas de nuestra Argentina que parece aún muy lejos de encontrar su corrección.
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