jueves, 17 de agosto de 2017

Los mercados marcaron las primeras encuestas mirando octubre

No hay dudas que  los mejores observadores de la política no son los analistas del tema sino los mercados.  Tan es así que suelen anticiparse y por mucho a los vaivenes del poder y a los resultados electorales.  El mercado está acostumbrado a prever y protegerse para poder luego aprovechar las ventajas y crecer.  Es tan así que muchas veces pierde, y mucho,  a la hora de preservarse y ni bien avizora el clima propicio para ganar sale rápidamente a mostrar el camino y recuperar terreno para pasar a ganador,  casi siempre por mucho.

Esta vez, con la corrida fuerte del dólar, quedó claro que los mercados apostaron a la seguridad  que siempre significa en este país la divisa norteamericana.  Lo hicieron aún a sabiendas de que, si el resultado electoral les indicaba otro camino,  al deshacerse de los billetes verdes para volver a las Lebacs y demás herramientas financieras  les iba a resultar una pérdida. Es el precio que siempre están dispuestos a pagar por la seguridad de sus inversiones.

Pasó al primera elección de 2017,  estas inútiles PASO,  para la política, pero un testeo importante para los mercados y para el oficialismo. El resultado del día después marca que los mercados leyeron con seguridad el resultado, aun cuando no está definido todavía, y pusieron en marcha sus acciones para recuperar lo perdido. El oficialismo, con una sonrisa clara, se muestra tranquilo y dispuesto a avanzar en medidas que hasta ahora no tomó y que seguramente van a incomodar a muchos  en el camino a la reducción de déficit fiscal y la búsqueda de un paulatino acomodamiento  de las cuentas públicas mirando al futuro.

El día después marcó que los mercados tuvieron confianza en la victoria de octubre del oficialismo,  observan una fuerte consolidación de Cambiemos en las cámaras legislativas que, sin bien no darán mayoría, posicionarían muy fuertemente  al gobierno para llevar adelante, mediante acuerdos, algunas de las correcciones más sensibles. Eso les da margen de confianza como para bajarse del dólar, que el gobierno ahora trata de que no se caiga demasiado, y juegan en otros roles financieros normalmente  mucho más rentables.

La inversión productiva  reacciona mucho más lentamente y es incógnita

Los mercados son de acciones directas y se mueven en minutos,  Las inversiones financieras tienen una movilidad sorprendente.  Las inversiones productivas son de otro ritmo. Es lógico;  sacar y poner dinero en un lado o en otro es una operación de segundos;  movilizar inversiones productivas puede llevar años y en el caso de las grandes inversiones mucho más aún.  Los inversores en industria no se conforman con que el gobierno pueda afianzar  su proyecto;  necesitan que la enorme mochila impositiva que tiene hoy la producción en la Argentina se alivie ciertamente o por lo menos esté en ese camino en forma clara, plasmada en leyes sancionadas y con proyectos claros a futuro. Esa inversión puede dar señales verbales positivas desde ahora pero puede tardar todavía años en aprobar la gestión del gobierno de Macri poniendo su plata; no se conforma con una victoria electoral que le da sólo dos años de mayor tranquilidad por delante. 

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