Los
mercados marcaron las primeras encuestas mirando octubre
No hay dudas que
los mejores observadores de la política no son los analistas del tema
sino los mercados. Tan es así que suelen
anticiparse y por mucho a los vaivenes del poder y a los resultados electorales. El mercado está acostumbrado a prever y protegerse
para poder luego aprovechar las ventajas y crecer. Es tan así que muchas veces pierde, y mucho, a la hora de preservarse y ni bien avizora el
clima propicio para ganar sale rápidamente a mostrar el camino y recuperar terreno
para pasar a ganador, casi siempre por mucho.
Esta vez, con la corrida fuerte del dólar, quedó claro
que los mercados apostaron a la seguridad
que siempre significa en este país la divisa norteamericana. Lo hicieron aún a sabiendas de que, si el
resultado electoral les indicaba otro camino,
al deshacerse de los billetes verdes para volver a las Lebacs y demás
herramientas financieras les iba a
resultar una pérdida. Es el precio que siempre están dispuestos a pagar por la
seguridad de sus inversiones.
Pasó al primera elección de 2017, estas inútiles PASO, para la política, pero un testeo importante
para los mercados y para el oficialismo. El resultado del día después marca que
los mercados leyeron con seguridad el resultado, aun cuando no está definido
todavía, y pusieron en marcha sus acciones para recuperar lo perdido. El oficialismo,
con una sonrisa clara, se muestra tranquilo y dispuesto a avanzar en medidas
que hasta ahora no tomó y que seguramente van a incomodar a muchos en el camino a la reducción de déficit fiscal
y la búsqueda de un paulatino acomodamiento
de las cuentas públicas mirando al futuro.
El día después marcó que los mercados tuvieron confianza en
la victoria de octubre del oficialismo,
observan una fuerte consolidación de Cambiemos en las cámaras
legislativas que, sin bien no darán mayoría, posicionarían muy fuertemente al gobierno para llevar adelante, mediante
acuerdos, algunas de las correcciones más sensibles. Eso les da margen de
confianza como para bajarse del dólar, que el gobierno ahora trata de que no se
caiga demasiado, y juegan en otros roles financieros normalmente mucho más rentables.
La
inversión productiva reacciona mucho más
lentamente y es incógnita
Los mercados son de acciones directas y se mueven en
minutos, Las inversiones financieras
tienen una movilidad sorprendente. Las inversiones
productivas son de otro ritmo. Es lógico;
sacar y poner dinero en un lado o en otro es una operación de
segundos; movilizar inversiones
productivas puede llevar años y en el caso de las grandes inversiones mucho más
aún. Los inversores en industria no se
conforman con que el gobierno pueda afianzar
su proyecto; necesitan que la enorme
mochila impositiva que tiene hoy la producción en la Argentina se alivie ciertamente
o por lo menos esté en ese camino en forma clara, plasmada en leyes sancionadas
y con proyectos claros a futuro. Esa inversión puede dar señales verbales
positivas desde ahora pero puede tardar todavía años en aprobar la gestión del
gobierno de Macri poniendo su plata; no se conforma con una victoria electoral
que le da sólo dos años de mayor tranquilidad por delante.
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