Que las ideologías están en crisis, no es nada nuevo. Ya hace mucho tiempo que los partidos políticos dejaron de ser lo que eran. Sus dirigentes dejaron de pensar lo que pensaban y tratan de imponer lo que es mejor a la hora de actuar. Y parecería bueno. Claro que si no se abandona el sentido común y los límites éticos.
Elisa Carrió le dijo a TN que la Coalición Cívica tiene un límite. Para ella fue Mauricio Macri. Aunque en verdad, luego empezó a “tragarse el sapo” y hasta estuvo tratando de cambiar el discurso para ver si podía salvar la alianza con López Murphi. Pero más allá de Carrió y su CC, el problema pasa por no perder de vista algunos postulados básicos que van a marcar el trazo grueso de lo que uno piensa a la hora de evaluar que es más importante para medir el éxito o el fracaso de una gestión.
Desde que el “Menemato” levantó las banderas del desarrollo nacional hasta el último discurso de campaña del ’89 y apareció con Roig y luego Rapanelli y Bunge y Borg para sepultar la economía de más de cien mil pymes y del 60% de la población en la Argentina, pareciera que las ideologías murieron definitivamente. Porque los genocidas con “Joe” Martínez de Hoz a la cabeza fueron coherentes; llevaron a cabo la destrucción del país tal como estuvo prefijado. Alfonsín y la recuperación irrestricta de la Democracia –pese a la debacle económica- cumplió a rajatabla los postulados democráticos del centenario partido de Alem e Yrigoyen. Pero desde Menem para adelante, excepto “Chacho Álvarez” y algún otro ejemplo perdido en la vorágine, todo es confusión, desorden, falta de coherencia, desquicio. Los peronistas se volvieron oligarcas, “K”, “poligarcas”, de derecha, de izquierda, de centro o de donde pudieran agarrarse. El Ari se derechizó (si no jamás se hubiera acercado Carrió a López Murphi con la excusa del “Contrato Moral”) y los radicales se desbandaron por los pasos más insólitos: peronistas “K”, peronistas ortodoxos, socialistas, lavagnistas, duhaldistas, independientes, vecinalistas y también una gran legión de “poligarcas”. Ni que hablar de los partidos más chicos. Suelen ser meros sellos de goma para que algunos de los que se autotitulan líderes traten de lograr algún lugar en alguna coalición en la que les den cabida.
Ahora apareció una nueva raza, especialmente del lado de los que tienen un pasado ideológico que los avergüenzan: Los pragmáticos. “No hace falta tener ideología. Sólo hay que saber hacer las cosas que le sirven a la gente”. Demasiado simple, fácil y genérico para ser real.
Lo más probable es que la única ideología que sustentan sea la del dinero. Especialmente propio, o simplemente el dinero como “fuente de toda razón y justicia”. En el mejor de los casos, si la tuvieran, esa ideología sería inconfesable y les resulta más cómodo ignorarla u ocultarla. Para muestra sobra un botón: “si hubiera dicho lo que verdaderamente iba a hacer, no me votaba nadie” dijo sonriente, impune, sin ponerse colorado el ex presidente de la “degeneración de los noventa”. Después pasó lo que pasó.
Es cierto que la ideología en sí misma es teórica y en muchos casos puede ser que haya que flexibilizarla para que resulte aplicable. Pero es absurdo pensar que se puede prescindir de ella. La ideología da lógica al método, a la base procedimental, a la doctrina. Todos aquellos que pregonan el pragmatismo sin doctrina lo más posible es que la tengan, pero como Menem, no se animen a confesarla. Y si fuera cierto que no la tuvieran, pobre de nosotros, humildes mortales, en manos de aquellos que van haciendo sobre la marcha sin tener la menor idea de a dónde quieren llegar ni por qué camino. Sin manual, sin norte y sin brújula el único destino posible es el fracaso… o el enriquecimiento de unos pocos amigos una vez más. De esto los argentinos sabemos demasiado.
2 comentarios:
Me gustaría saber con que se mide el equilibrio entre lo pragmático y lo ideológico. Porque Meoni hace una “Alianza” con el presidente netamente electoral, cosa que siempre fue mal vista. No me van a decir que Meoni sin el presidente no podría gobernar. Nadie escucho hablar del efecto derrame??? eso lo hace gobernar a Meoni. Veremos ahora si las demás alianzas son permitidas por la prensa casi sin análisis como la de nuestro intendente. Porque a usted le llamo mucho la atención la incorporación del señor del AMI en las filas de Andrés Rosa. Es verdad son casi de veredas opuestas. Por lo menos lo resolvieron sinceramente antes de casarse.
Pero Meoni y nuestro presidente en que punto se unen. Podremos hacer ese análisis?
Llegaríamos a ver que lo único que los une es el oportunismo electoral, es sólo correr con el caballo del comisario. Porque antes de que se declare radical K (que la K no es de Kirchner, mas adelante me explicare) ya el presidente había bajado mucha obra publica por estos pagos... acordémonos del 2005 cuando el presidente vino al Ciclista... era un acto oficial en plena campaña...
Ahora me surge otra pregunta: si viene Cristina en plan de candidata: a quien sube al palco? ROSA? MEONI? AMBOS?
Pedíamos a gritos durante años que se terminen las internas porque todos sabemos que tan impuras fueron siempre. Ya hasta las radicales se habían ensuciado (Recordemos las trompadas en la escuela 1, la metodología de campaña de Meoni en el 2003 no fue nada radical.... tal vez por la sombra de Cure en sus espaldas)
Aquí volvemos a caer en el pragmatismo. He aquí un fuerte ejemplo.
Otro menos comprobable fue el de la sociedad Miguel-Rubini. Este pueblo no es radical. Lo han hecho votar siempre a un radical... nunca hubo opción.
IDEOLOGIA: tal vez lo busque en la Real Academia hoy, dudo que todavía exista esa palabra.
Piense un rato Gandulfo. Cuantos dirigentes conoce en nuestra ciudad que tengan ideología, que hablen de política con vocación, con conocimiento, con estudio, que se les note que les corre pasión por la política en la sangre. Yo pude encontrar dos, gracias a Dios ... pero lamentablemente están solos y se los tilda de locos o traidores... pero cuando los escucho con usted en la radio dan cátedra. Pero como no tranzan ahí están... uno callado, otro peleando desde la trinchera de la lista 3. Pero estoy segura que cuando miran a sus hijos a los ojos o se acuestan de noche a descansar, lo hacen muy tranquilos. AHI APARECE LA IDEOLOGIA.
Dudo que los melli reciban una mirada franca. Dudo que nuestro intendente pueda dormir tranquilo. O tal vez a esta altura ya nada le importe. Pero si alguna vez fue apasionado por la política, ahora que ha sido comprado por el “Haras Kirchner” para correr para ellos, creo que le debe sonar una alarma por algún lado. Él siempre se jacto de haber tenido que luchar contra molinos de viento (léase Miguel) y ahora termina cayendo en las redes del mismo peronismo que atrapó a Miguel. Otros nombres, pero siempre el PODER CORROMPE. Y pensar que la gente cree que el cáncer esta en los Itoiz.
Demás esta decir por que no firmo este comentario.
Sólo quiero decir que no estoy afiliada a ningún partido político. Me encanta la política y que si hoy tuviese que votar... lo único que sé es que votaría a De Narváez en provincia... y nada más.
Mi presidente me desilusionó. Pensé que era la disciplina que este pueblo necesitaba, sin ser obsecuente con los de la sociedad rural, sin escuchar el canto de sirenas de la prensa paga, sin que le tiemble el pulso con la justicia ni con los gremios, pero al verlo actuar en época electoral, donde apoya a todos total todo va al mismo embudo, donde no existió nunca la famosa ZARANDA que siempre prometió.
Creo que su obsesión es sacar el 60% histórico, superar al general, hasta hace hablar a su mujer igual que Evita. Quiere pasar a la historia como Monarca. No como gobernante democrático. Estoy muy desilusionada y justo me agarra en época electoral... que problema. Para colmo las opciones no abundan.
Lástima que no dejó los nombres de las personas que, dice usted, dan cátedra. Creo que es un deber cívico destacar y respaldar a los mejores.
Respecto de lo pragmático y lo ideológico, cuando lo planteé, lo hice mirando mucho más profundo que lo meramente electoral. Trato de decir que me parece que se viene la hora de observar atentamente lo que hacen, cómo lo hacen y para qué, por ejemplo, Macri o Binner. Creo que a futuro aprecen como los más importantes referentes de dos modalidades bien definidas de pragmatismo e ideología. Coincido plenamente con que no hay ideas ni debates visibles en nuestra política vernácula. Creo que no debemos perder de vista esta cuestión porque después volverá a ser tarde.
Le agradezco su paticipación. El nivel del planteo eleva la calidad de discusión del blog.
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