"P.J.: PARA COMERSE UN ELEFANTE LO MEJOR ES EMPEZAR POR UN TROZO”
No hay reforma política alguna si no hay reforma de los partidos políticos tradicionales. Como decía Perón: “Lo importante es el movimiento, al partido lo acomodamos para las elecciones”. Esta conducta era acorde a otro momento político de nuestro país, pero pasó a formar parte de la carga genética del peronismo, es decir entre los resultados y los procedimientos, los resultados y la vocación “frentista” de querer representar a todos. No era otra cosa que definir el campo popular y nacional contra los intereses minoritarios.
Hoy, sin ánimo de simplificar, cambió casi todo, no obstante encontramos rupturas y también continuidades. 25 años de democracia no alcanzaron para darles respuesta a las demandas de los ciudadanos y tampoco la continuidad sirvió para el fortalecimiento de los partidos.
Pasamos las elecciones con partidos debilitados, en vez de fortalecer los partidos para luego sí, ir a elecciones.
Persisten los mismos síntomas, decimos que es importante la modernización del partido, que nos debemos una redefinición ideológica, que queremos un partido abierto y de cuadros, similar al PSOE (Socialismo Español) o de centro. Es decir debate, mucho debate que no condice con los tiempos de normalización que hablan de marzo con la realización del congreso partidario para formar una nueva junta electoral (La actual tiene el mandato vencido) y este sería el órgano con competencia para hacer el llamado a elecciones, inclusive ya hay fechas tentativas, que sería el 18 de mayo o el 1º de junio. Es decir que la celeridad atenta no sólo contra lo político sino también contra el andamiaje legal.
Para despejar cuestiones legales y políticas que podrían empantanar la normalización, sería la segunda instancia, es decir, llamar a elecciones internas, como lo establece la carta orgánica. Claro que este paso implica una demora sustancial contrario al apuro por la renovación de los mandatos vencidos de congresales. Es decir 300 congresales bonaerenses equivalentes al 40% del congreso nacional. Y está claro que si perdieron su calidad de congresales, no tienen mandato para participar del congreso, no pueden integrar sus estamentos ejecutivos.
A la par, el consejo está acéfalo, y ahí es donde el congreso ocupa el rol de motorizar las internas.
Si democratizar los partidos es importante, redefinir el marco ideológico, mucho más y si bien, en la carta orgánica no hay definiciones ideológicas, sabemos que hay que actualizar la doctrina a los nuevos tiempos, revitalizar los postulados de justicia social, independencia económica y soberanía política. Las definiciones surgirán del debate, lo mismo ocurrirá con el rol del justicialismo, dentro del escenario nacional: columna vertebral o parte de un frente?
Reivindicamos la normalización del partido Justicialista, no como estrategia formal ni como vehículo como para promocionar a tal o cual compañero, sino como herramienta movilizadora y organizativa del peronismo.
Es necesario reorganizar la vida institucional de nuestro partido por la vía más democrática, como lo es la participación activa del afiliado en la determinación de la conducción partidaria.
Ratificamos nuestra voluntad de participar activamente en este proceso convocando a todos los compañeros que privilegien la construcción colectiva a los seudos–espacios personales y la necesidad de potenciar una organización política-generacional a los cantos de sirenas que intentan domesticarla.
Regularizar el partido es lo más importante. El tema es: ¿Cómo? Con padrones inflados, desactualizados, con muertos vivitos y votando, como nos pasó en Junín la última vez, con autoridades como Curto avalando la irregularidad. Es lo mismo que contratar una consultora para “limpiar” el padrón en tiempo record; por eso el debate ideológico que propone Díaz Bancalari de llenar el partido de contenidos supuestamente progresistas y postulados de centro izquierda, sorprende que justo él lo diga. Se choca de frente con la institucionalidad del partido de Rodríguez Zapatero. Queremos un partido moderno, vertebrado a partir de las viejas metodologías? Por otro lado, la ancha avenida del peronismo admite más de una interpretación, cuyas contradicciones habría que sintetizarlas en el marco institucional: congresos, plenarios, convocatorias, autoridades, elecciones y la consecuente organicidad, y por sobre todas las cosas, de abajo para arriba.
En general se piensa a los partidos con un nivel de institucionalización formal, como sucede en Europa o en Norteamérica; y muchos saldrán a decir que el peronismo es un partido que no tiene nada de esto, que el P.J.
Tiene un bajo grado de calidad institucional, con un conjunto de reglas no escritas que habitualmente se cumplen, entonces su acefalía, la inexistencia del consejo superior son todos síntomas de una organización desorganizada.
De esto se desprende que tenemos que ser pragmáticos, asumir que el dedismo fue y será ley en el P.J. y que hay que poner en funcionamiento el carro, que los melones se acomodan solos.
Esa capacidad pragmática de pasar de cafieristas a menemistas y de duhaldistas a kirchneristas es lo que se agota, y no enamorarnos del mote de incorregibles. El peronismo tiene que enfrentar el desafío que impone una realidad compleja: mantener su pragmatismo para adaptarse a situaciones críticas y garantizar la gobernabilidad, pero también ser programático.
Si seguimos con parches sin tocar en nada lo estructural, seguiremos presos de la fragmentación general del sistema político. Así como Margarita Stolbizer dice que la U.C.R. no es un edificio sino un conjunto de principios, yo me animo a decir que el peronismo no es un sello o un traje a medida del que manda, y tenemos la obligación todos los militantes de debatir los postulados ideológicos como así también cuál va a ser su rol en el concierto nacional, si va a ser la columna vertebral de las transformaciones que el país requiere o va a formar parte de una liga de partidos al servicio de una coalición.
El partido como sello y portador de símbolos, fracasó; la experiencia en Junín lo ha demostrado: en el 2005 y 2007 no llegó a los 3000 votos, es decir el 5%.
Y con respecto a las coaliciones, la política argentina no ha sido tan permeable al eje izquierda y derecha al estilo europeo, como plantea la tesis Di Tella, es decir, un partido progresista de centroizquierda y un partido conservador de centroderecha, modelo estructurado en chile donde las diferencias sociales son extremas.
Argentina ha sido más igualitaria, el P.J. representa a los trabajadores pero también a otros sectores sociales, es decir ubicándose en el centro político de la escena y taponando tanto el surgimiento de partidos socialdemócrata como partidos de derecha.
Soy conciente de que los oportunistas de siempre van a estar más pendientes del “operativo clamor” que del debate que merece el peronismo, no obstante, no hay que olvidarse que no es fácil comerse un elefante, basta mirar la lista de líderes para darse cuenta, que es tentador hacerlo de golpe, pero todos terminaron atragantados, como el sentido común indica
Lic. Alejandro Franco
D.N.I.: 14.541.632
No hay reforma política alguna si no hay reforma de los partidos políticos tradicionales. Como decía Perón: “Lo importante es el movimiento, al partido lo acomodamos para las elecciones”. Esta conducta era acorde a otro momento político de nuestro país, pero pasó a formar parte de la carga genética del peronismo, es decir entre los resultados y los procedimientos, los resultados y la vocación “frentista” de querer representar a todos. No era otra cosa que definir el campo popular y nacional contra los intereses minoritarios.
Hoy, sin ánimo de simplificar, cambió casi todo, no obstante encontramos rupturas y también continuidades. 25 años de democracia no alcanzaron para darles respuesta a las demandas de los ciudadanos y tampoco la continuidad sirvió para el fortalecimiento de los partidos.
Pasamos las elecciones con partidos debilitados, en vez de fortalecer los partidos para luego sí, ir a elecciones.
Persisten los mismos síntomas, decimos que es importante la modernización del partido, que nos debemos una redefinición ideológica, que queremos un partido abierto y de cuadros, similar al PSOE (Socialismo Español) o de centro. Es decir debate, mucho debate que no condice con los tiempos de normalización que hablan de marzo con la realización del congreso partidario para formar una nueva junta electoral (La actual tiene el mandato vencido) y este sería el órgano con competencia para hacer el llamado a elecciones, inclusive ya hay fechas tentativas, que sería el 18 de mayo o el 1º de junio. Es decir que la celeridad atenta no sólo contra lo político sino también contra el andamiaje legal.
Para despejar cuestiones legales y políticas que podrían empantanar la normalización, sería la segunda instancia, es decir, llamar a elecciones internas, como lo establece la carta orgánica. Claro que este paso implica una demora sustancial contrario al apuro por la renovación de los mandatos vencidos de congresales. Es decir 300 congresales bonaerenses equivalentes al 40% del congreso nacional. Y está claro que si perdieron su calidad de congresales, no tienen mandato para participar del congreso, no pueden integrar sus estamentos ejecutivos.
A la par, el consejo está acéfalo, y ahí es donde el congreso ocupa el rol de motorizar las internas.
Si democratizar los partidos es importante, redefinir el marco ideológico, mucho más y si bien, en la carta orgánica no hay definiciones ideológicas, sabemos que hay que actualizar la doctrina a los nuevos tiempos, revitalizar los postulados de justicia social, independencia económica y soberanía política. Las definiciones surgirán del debate, lo mismo ocurrirá con el rol del justicialismo, dentro del escenario nacional: columna vertebral o parte de un frente?
Reivindicamos la normalización del partido Justicialista, no como estrategia formal ni como vehículo como para promocionar a tal o cual compañero, sino como herramienta movilizadora y organizativa del peronismo.
Es necesario reorganizar la vida institucional de nuestro partido por la vía más democrática, como lo es la participación activa del afiliado en la determinación de la conducción partidaria.
Ratificamos nuestra voluntad de participar activamente en este proceso convocando a todos los compañeros que privilegien la construcción colectiva a los seudos–espacios personales y la necesidad de potenciar una organización política-generacional a los cantos de sirenas que intentan domesticarla.
Regularizar el partido es lo más importante. El tema es: ¿Cómo? Con padrones inflados, desactualizados, con muertos vivitos y votando, como nos pasó en Junín la última vez, con autoridades como Curto avalando la irregularidad. Es lo mismo que contratar una consultora para “limpiar” el padrón en tiempo record; por eso el debate ideológico que propone Díaz Bancalari de llenar el partido de contenidos supuestamente progresistas y postulados de centro izquierda, sorprende que justo él lo diga. Se choca de frente con la institucionalidad del partido de Rodríguez Zapatero. Queremos un partido moderno, vertebrado a partir de las viejas metodologías? Por otro lado, la ancha avenida del peronismo admite más de una interpretación, cuyas contradicciones habría que sintetizarlas en el marco institucional: congresos, plenarios, convocatorias, autoridades, elecciones y la consecuente organicidad, y por sobre todas las cosas, de abajo para arriba.
En general se piensa a los partidos con un nivel de institucionalización formal, como sucede en Europa o en Norteamérica; y muchos saldrán a decir que el peronismo es un partido que no tiene nada de esto, que el P.J.
Tiene un bajo grado de calidad institucional, con un conjunto de reglas no escritas que habitualmente se cumplen, entonces su acefalía, la inexistencia del consejo superior son todos síntomas de una organización desorganizada.
De esto se desprende que tenemos que ser pragmáticos, asumir que el dedismo fue y será ley en el P.J. y que hay que poner en funcionamiento el carro, que los melones se acomodan solos.
Esa capacidad pragmática de pasar de cafieristas a menemistas y de duhaldistas a kirchneristas es lo que se agota, y no enamorarnos del mote de incorregibles. El peronismo tiene que enfrentar el desafío que impone una realidad compleja: mantener su pragmatismo para adaptarse a situaciones críticas y garantizar la gobernabilidad, pero también ser programático.
Si seguimos con parches sin tocar en nada lo estructural, seguiremos presos de la fragmentación general del sistema político. Así como Margarita Stolbizer dice que la U.C.R. no es un edificio sino un conjunto de principios, yo me animo a decir que el peronismo no es un sello o un traje a medida del que manda, y tenemos la obligación todos los militantes de debatir los postulados ideológicos como así también cuál va a ser su rol en el concierto nacional, si va a ser la columna vertebral de las transformaciones que el país requiere o va a formar parte de una liga de partidos al servicio de una coalición.
El partido como sello y portador de símbolos, fracasó; la experiencia en Junín lo ha demostrado: en el 2005 y 2007 no llegó a los 3000 votos, es decir el 5%.
Y con respecto a las coaliciones, la política argentina no ha sido tan permeable al eje izquierda y derecha al estilo europeo, como plantea la tesis Di Tella, es decir, un partido progresista de centroizquierda y un partido conservador de centroderecha, modelo estructurado en chile donde las diferencias sociales son extremas.
Argentina ha sido más igualitaria, el P.J. representa a los trabajadores pero también a otros sectores sociales, es decir ubicándose en el centro político de la escena y taponando tanto el surgimiento de partidos socialdemócrata como partidos de derecha.
Soy conciente de que los oportunistas de siempre van a estar más pendientes del “operativo clamor” que del debate que merece el peronismo, no obstante, no hay que olvidarse que no es fácil comerse un elefante, basta mirar la lista de líderes para darse cuenta, que es tentador hacerlo de golpe, pero todos terminaron atragantados, como el sentido común indica
Lic. Alejandro Franco
D.N.I.: 14.541.632
10 comentarios:
Estimado Licenciado, está ud. en curda? o vive en la nauseabunda nube de gases en la que viven la mayor parte de los políticos, o sea, totalmente escindido de la realidad de cada día. ¿Normalizar los partidos ? ¿a quien le importa eso? A ver Licenciado, eso debieron hacerlo antes de presentarse a elecciones ¿no le parece? Lo único que queremos los ciudadanos, los que sí transpiramos cada día para ganarnos el sustento, es que los políticos a quienes les damos nuestros votos se dediquen a su pueblo y no a vivir especulando, realizando alianzas y pasándose de bando con más facilidad de la que una golfa cambia de monta. A ver si entienden de una vez: Queremos que el Estado, a quienes los políticos pasan a representar cada vez que se hacen de nuestros votos, cumpla con los roles basicos y distribuyan los ingresos para beneficio de su pueblo y no de sus bolsillos. Queremos que tengan planes viables y sustentables, y no que aparezcan con 4 patrulleros nuevos cuando una ciudad esta a punto de estallar por la inseguridad reinante. Queremos que arreglen los problemas que genera el tránsito y las calles cada vez más destruidas de la ciudad y de nuestras rutas, y no que se pongan a pelotudear arreglando plazas, lo cual queda muy bonito, por cierto, pero che... nuestros familiares y amigos se están masacrando en rutas de hace 100 años y dentro de la ciudad es toda una aventura salir en moto si volar por los aires con los baches y pozos que hay. Es vergonzoso, siguen pensando en los "partidos" y en sacar mejor partida mientras acá afuera nos roban, nos matan y nos meten el dedo por todos los rincones posibles. En éste blog la gente viene exponiendo un tema crucial que es la INSEGURIDAD que se vive en Junin. Si ud tiene ganas de boludear debería meterse en un blog que se dedique a boludeces.
MUY ELOCUENTE EL COMENTARIO DE AL PAN PAN. YO LO RESUMIRIA UN POCO. LICENCIADO, POR QUE NO VA AL VELORIO DEL HOMBRE QUE ENCONTRARON DEGOLLADO AYER EN NUESTRA CIUDAD Y APROVECHA PARA EXPLICARLES SU TEORIA DE LA NORMALIZACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS?
Que lamentable! El camaleónico Franco haciendo gala de su intelecto en una nota escatológica. Pobre de los argentinos que pasamos del que se vayan todos a tener representantes como Franco, Traverso, Guevara, Kiernan (2 veces!!!!!), Bay???, Feldman (para colmo multifacético), Itoiz (por Dios!!!), Vera (encima los dos, uno en cada partido) por supuesto encabezados por el CONVERSO Meoni, etc. etc. etc, HASTA EL INFINITO.
Qué lejos estamos de encontrar las soluciones si nuestros interlocutores son estos!
Solo nos queda encomendarnos a Dios, mientras no se dedique también a hacer política.
Estimado señor lector
está usted en lo correcto con respecto a lo que piensa, pero vale aclarar que esta nota salio en el diario la Verdad de Junin el primer dia de febrero.
el debate de la inseguridad no habia sido planteado en los medios.
Si usted desea le podria mostrar mi labor en el consejo sobre todo lo que hace a una mejor calidad de vida del juninense
Está usted en lo correcto, pero el debate por la normalizacion de los partidos politicos hay que darlo ya que sin partidos no hay democracia... y sin democracia todos sabemos lo que hay...y yo ahí no quiero volver.
Alejandro Franco
Anónimo 3... Yo los prefiero a todos ellos juntos y no a una dictadura. Un día, con el voto, podemos cambiarlos. Ya se sabe muy bien qué nos pasa si no hay democracia. Además, la única forma de hacer volar a los que nos nos gustan es participando. Si no, estamos perdidos. Además, pensándolo bien, si no me gusta nadie, absolutamente nadie... ¿puedo estar seguro de ser yo el único acertado?
Muchas gracias por participar.
Me llama poderosamente la atención que "EL ANÓNIMO" que habla de que Franco hace gala de su intelecto no nombre a Rosa, Troilo, De Luca, que ni aunque se los lustren, brillan; Ojalá hubiera uno o dos más en Junin, mire con que poco me conformo, uno o dos más, que hagan gala de su intelecto, por lo menos tendríamos un interesante debate... cosa que en el nuevo (y mas levantamanos que el de Miguel) Concejo Deliberante está ausente...DEBATE... habiendo tanto en las mesas de café juninenses....como se nota que hablar es facil y debatir es dificil.
Tiene toda la razón, incorpore a esos "personajes" a lista y seguirían muchos más.
Franco no puede opinar porque fue un veleta siempre del PI de Crostti paso a ser ultramenemista, de ahi a funcionario del fascista de Ruckauf, mientras tanto desempeñaba tareas de gnoqui en el municipio de La Plata, cuando lo hecharon se vino a Junin y Julio Henestrosa lo hizo concejal. Al poco tiempo lo cago y armo una lista trucha con los chantas de Kiernan y Traverso de la mano de Randazo para debilitar a Julio y se hizo rabioso antimeonista. Hasta que la billetera de Mario lo hizo brabuconear la famosa frase " voy con Meoni aunque sea de Aguatero " . Pero el vivo de Marito lo uso hasta el ultimo dia y a la hora de la repartija de cargos no le dio ni el bidon que reclamaba meses antes. Volvio de rodillas a lo de Julio pero el gordo no le dio ni el tercer concejero escolar suplente. Se fue sin pena ni gloria a su casa y ahora se desespera por volver a la escena pero nadie lo busca. ¿Averiguar si no es gnoqui de la UNNOBA?. En los pasillos se rumorea que es psicololgo como la Rimolo era medica.
Confirmado, Franco inventó un proyecto para cobrar de la UNNOBA. y bueno.... se ve que el trabajo no es lo suyo. Por favor!, hasta cuando nos tenemos que comer estos garrones. Después se sorprenden cuando la gente estalla.
Alguien sabe quien lo metió de ñoqui ¿Henestrosa o Meoni?, por favor informar...
Estoy leyendo el último de los comentarios y lo que me hace decir es: "Dios mio, cuanta envidia"
"Cuanto resentimiento"
que le habrá hecho Franco a usted para que escriba así. Se nota el odio porque se come letras en su escritura. Se nota que soy mujer, pues estoy en esos detalles pero eso me trasmitió leer el último comentario contra Franco.
Ahora: Por que tantos comentarios en contra despierta Franco?
Yo no tengo el gusto de conocerlo nada mas que a traves de lo que leo de él o escucho por tele.
No me parece un político como los que mis oidos estan acostumbrados...Además, y vuelvo a los detalles, no se si no han notado, no titubea cuando habla, cosa que hasta el mismisimo intendente, por mas ligerito que hable, lo hace. No se. Que tanto mal hizo Franco para pegarle así.
Hay algo que, como lectora de política veo, es que los puestos políticos no son merecidos... la política no es merecimiento... si no fijese y haga un a lista de incapaces que nos han y nos siguen gobernando... incapaces o capaces de TODO... no demos ejemplos que los hay muuuuuyyyy cerca.
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