sábado, 8 de diciembre de 2007

Autódromo polémico. La punta del iceberg

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Patética imagen que muestra mucho más que el estado actual de los ferrocarriles y los Talleres Junín. Radiografía dolorosa del pensamiento de buena parte de nuestra gente, incluidos algunos dirigentes que no está claro si conducen la sociedad en la que viven o son producto de ella.
Foto Aldo López



Esta increíble historia que se ha tejido en torno a la discusión Autódromo sí o no es sólo la punta que se ve de un problema muchísimo más serio.
No pretendo hacer un ensayo filosófico, esa no es, para nada, mi intención; pero ante tanto dislate voy a intentar explicar qué es lo que creo que pasa por la cabeza de muchas personas, especialmente dirigentes, cuando llega la hora de decidir y lo hacen “por la negativa”

El autódromo no es la cuestión

Si bien no hay ninguna duda de la importancia de la obra para Junín, la construcción del autódromo no es ni más ni menos que sólo una de las importantes realizaciones que le hacen falta a nuestra ciudad. Las perspectiva de hacerla o no es una demostración cabal de la verdadera mentalidad juninense, que se debate entre lo progresista, emprendedor, visionario y lo conservador a ultranza, lo timorato, lo indeciso, en el fondo lo retrógrado.

Por qué sí el autódromo como herramienta para el desarrollo local

Me parece increíble tener que estar explicando por qué, una obra codiciada por muchísimas ciudades que se desvelan por tenerla, Arrecifes o Pergamino por ejemplo, es más que beneficiosa para la ciudad.

Por empezar, el dinero que debe invertir la ciudad en la obra no supera los tres millones y medios de pesos por todo concepto. Y más allá del lenguaje técnico, sólo con intencionalidad aviesa se puede discutir el concepto de inversión y considerar gasto la construcción del autódromo. Tampoco resulta admisible discutir el concepto de desarrollo para toda inversión en turismo. Hacerlo significa quedarse en la prehistoria de esa doctrina económica.

Teniendo en cuenta sólo el producido por conceptos de impuestos de acuerdo a la tasa de derecho de espectáculos vigente que es del 8%, la actividad le va a redituar al municipio unos seiscientos a setecientos mil pesos anuales. Esto se puede aseverar teniendo en cuenta los números que manejan desde la ACTC en concepto de ventas de entradas y las carreras de primer nivel que el organismo le asegura al Autódromo Regional del Oeste EUSEBIO MARCILLA. Sólo con esa recaudación, la municipalidad puede cumplir con los compromisos financieros que el fideicomiso va a exigir durante cuatro años en la porción que se va a destinar al autódromo. No hay que olvidarse que la mitad del dinero, que será inversión financiera de los juninenses, estará destinado al asfaltado de ciento catorce cuadras de la ciudad. A partir de allí y para siempre el erario público embolsará jugosas sumas por el mismo concepto para seguir por siempre utilizándolo para beneficio de los vecinos. Hoy, Junín no tiene ningún emprendimiento que pague ni siquiera la mitad de esa suma anual en materia de impuestos municipales. Esto significa que, dentro de cuatro años, el autódromo será el mayor contribuyente absoluto del fisco local.

Pero no es sólo eso, hay mucho más:

* Derechos por publicidad es uno de ellos.

* Promoción permanente del potencial turístico la ciudad a nivel nacional e internacional vía radio, TV y diarios. Resulta imposible cuantificar el valor real de esta prestación.

* El ingreso anual al circuito comercial de la ciudad de una suma que fluctuará entre doce y veinte millones de pesos en concepto de hotelería, combustible, servicio a automóviles, camping, restaurantes, rotiserías, confiterías, supermercados, regalos artesanales, indumentaria, estacionamiento, espectáculos y esparcimiento en general. Hay informes muy detallados de esos movimientos elaborados por los municipios que hoy disfrutan de haber hecho esa inversión en su momento.

* La revalorización vertiginosa que ya está teniendo la zona circundante al nuevo autódromo. Hoy se cotiza en ochenta mil pesos el mismo terreno que hace dos años lo ofrecían en quince mil. Esto simplemente porque el auge de la construcción en el sector despierta entusiasmo. Muchas personas, con clara visión de futuro, saben que las propiedades en las inmediaciones van a ser rentables tanto para la venta como para alquiler turístico. ¡Y eso que todavía no se corrió la primera carrera!

Algunas personas… y lo peor es que algunos dirigentes también, sostienen que es mejor destinar ese dinero para hacer agua potable y cloacas, por ejemplo. La pregunta simple y concreta es ¿Y luego de que se termine esa suma, qué? ¿Es tan difícil entender que invirtiendo ese dinero en un emprendimiento rentable en poco tiempo se recupera para redestinarlo adonde sea necesario y que además aquella inversión primaria va a seguir, año tras año, generando recursos para que puedan seguir siendo aplicados en beneficio del pueblo de Junín? Me resulta increíble estar explicando tamaña obviedad.

La punta y sólo la punta

Estoy convencido que el autódromo es sólo la punta del iceberg. El problema se me ocurre muchísimo más grave. Creo que hay varios motivos. Por empezar, Junín creció de la mano del ferrocarril. Generaciones y generaciones se formaron con mentalidad “ferroviaria”. Y no es ser peyorativo. Sólo realista. Mi padre fue ferroviario. Soy un orgulloso hijo de ferroviario. Como decenas de miles a través del tiempo, hijos y nietos de aquellos del trabajo seguro, de lunes a sábado al mediodía, del sueldo que le alcanzaba, con mamá ama de casa, con nosotros a la escuela, los veranos a las imponentes colonias de vacaciones y hoteles turísticos de la Unión Ferroviaria, con la salud asegurada, con un hospital modelo, con el tren gratuito y adornos de bronce o aluminio de pura artesanía en los ratos libres. Un gigantesco taller de sesenta y seis hectáreas rebosante de maquinarias, tecnología por entonces de punta y miles de personas que a distintas horas entraban y salían del corazón geográfico de la ciudad generando vida. Decenas de clubes de fútbol, de básquet, de bochas, que en las largas tardes de ocio nuestros ancestros dieron vida, sentido y razón de ser. Así era la vida. Alcanzar. Progreso y éxito no estaban en aquel diccionario de la mayoría.

Pasó el tiempo. Se fueron jubilando, con salarios de hambre. Fueron cada vez menos. Al final, despedidos. Casi nadie se dio cuenta. No más de ciento cincuenta personas se movilizaron al paso a nivel de calle Primera Junta el día que los viejos y gloriosos "Talleres Junín" se cerraban y Menem acuñaba aquella maldita frase de “Ramal que para, se cierra” Sí, sólo unos ciento cincuenta de los mil quinientos que se quedaban afuera, que representaban otras tantas familias y quizás a seis mil personas que no tomaban conciencia de lo que estaba pasando.

El enorme predio pasó a ser la imagen del deterioro, del atraso, del fracaso. Miles y miles de artesanos, capaces, algunos brillantes como empleados, sucumbieron sin remedio cuando un día tuvieron la necesidad de transformarse en cuentapropistas. Cambiaron de oficio, fluctuaron entre la verdulería de barrio y el kiosco de “ventana” o almacén de emergencia. Se quedaron en sus casas sobreviviendo, casi desfalleciendo.

De “Guatemala a Guatepeor”

En medio de la gran crisis del riel, que no fue sólo económica sino también de temple, de personalidad, de identidad, un ingeniero agrónomo ganó el municipio conservador. Porque los peronistas decían que Junín era de los suyos por Arrieta, Venini y Alberti. Pero no. Estoy absolutamente convencido que es conservador pese a lo que dicen los peronistas y a que los radicales ganan elecciones desde 1983.

En medio de la gran crisis de Alfonsín primero y Menem después, Abel Paulino Miguel vio que una ciudad administrativa y agropecuaria no iba a caerse tan fácilmente como las industrializadas y diversificadas. Y más allá del saqueo económico que se produjo y que veinte años después todavía no tiene sentencia, lo peor fue haber orientado los destinos de la ciudad a los sueldos nacionales, provinciales, municipales y a la actividad agropecuaria y no haberse dado cuenta que, en algún momento, eso iba a ser el atraso generalizado en los bolsillos y en la ya consolidada mentalidad conservadora de los ciudadanos.

Así quedamos. Cien años que no fueron de soledad. Fue peor. Cien años con alguna excepción como la de Arrieta, algún chispazo de Pablo Bava Bussalino –que fue capaz de impulsar la cultura y el deporte pese a ser época de dictadura- y seguramente alguna gestión perdida en el tiempo y que para encontrarla habría que bucear mucho dentro de nuestra historia vernácula dominada por el campo y el riel.

Claro, lo malo no esta en el hecho en sí. Lo malo es que fue casi lo único. Así nos formamos. Así nos va. No sólo por el atraso económico. Básicamente por el “ser local” que se ha convertido en una forma de vida de buena parte de nuestra gente. Incluso dirigentes. Porque los conductores salen de esta sociedad que es así y nuevamente la historia del huevo o la gallina… ¿Es el resultado de la clase dirigente que hizo a esta sociedad o de la sociedad que forjó a estos dirigentes? Por eso nos cuesta tanto revertir la situación.

Hacia una revolución cultural, la madre de todas las batallas.

No se puede pensar en el desarrollo del acero y el petróleo de Carlos Pellegrini, ni en el keynes que abría pozos para luego taparlos y darle trabajo a la gente. No, por lo menos en Junín.

Aquí no hay pozos petroleros. No se puede incursionar en petroquímica. Pero hay soja, canola, girasol, maíz. Se está desarrollando un gran emprendimiento en el Parque Industrial donde se va a llegar a producir biodísel y se levantará un laboratorio de control de calidad para agrocombustibles, único en Sudamérica. Una planta fabril de inoculantes crece a pasos agigantados. Empezó en la incubadora de empresas y ya adquirió un predio muy importante donde se está radicando definitivamente.

Difícilmente se logre instalar una planta automotriz, pero se está consolidando un Polo Tecnológico Informático. Muy pocas personas saben -y menos dirigentes- que en Junín, incluso antes de la consolidación de este emprendimiento, más de ciento cincuenta personas trabajan en no menos de diez empresas de informática que venden talento y creatividad juninenses a grandes empresas del país y el mundo llegando a varios continentes.

No sólo una planta de Soda Solvay es desarrollo. Ayer lo fue. Hoy el conocimiento es desarrollo. La conectividad masiva de la mano de Speedy de Telefónica, Flash de Multicanal y ahora con Acerca, mucho más barato y con todas las ventajas de un servicio con soporte y atención local y al instante va a multiplicar la accesibilidad de todas las familias juninenses con lo que ello significa. Miles de ciudadanos tendrán a un clic desde la solución a los problemas de la escuela de los chicos hasta las compras del supermercado, elegir las vacaciones, conocer el mundo en tiempo real con el Google, operar su cuenta bancaria desde su casa. Tendrán los diarios, la televisión y las radios del mundo o de Junín en un instante y hasta hablarán mirándolo a los ojos con aquel amigo de la infancia que hace muchos años que vive en algún otro lugar del orbe. Verá recitales, hará cursos, se capacitará todo lo que necesite. Estará unido al mundo si lo desea.

La Autopista Junín- Luján salvará vidas. La Junín-San Nicolás también. Pero además serán las grandes vías para el corredor bioceánico del Paso del Pehuenche por la ruta 188 para sumarse al ya increíblemente transitado de Cristo Redentor por ruta 7 uniendo los puertos de Rosario, San Nicolás y San Pedro con los de Buenos Aires y todo con Brasil y el MERCOSUR. Una enorme playa de estacionamiento, trasbordo y servicios para camiones y camioneros deberá ser prioridad uno para facilitar el desarrollo integral de todas las actividades de la ciudad y la región.

La ciencia y la investigación es desarrollo. Luego de tantos años y más allá de innumerables cuestionamientos que deberían haberse hecho en su momento, la UNNOBA es el resultado final de muchísimas gestiones, marchas y contramarchas. Un resultado final arrollador. Centenares de miles de familias pueden acceder a la universidad para sus hijos cerca de casa y con gran diversificación de oportunidades formativas con todo lo que ello significa. Mano de obra calificada, docencia de alto nivel, desarrollo científico, asesoramiento profesional para las más disímiles actividades productivas y la ciencia y la investigación para seguir anticipando la región al futuro.

Podría seguir una larga lista de enormes posibilidades que tenemos y que debemos concretar. Dependerá de cuánto comprendamos de la realidad histórica que nos sonríe. Será cuestión de dejar de mirarnos el ombligo, apelar a toda la generosidad de que seamos capaces y dar el salto. Nos lo debemos como sociedad. Debemos romper cien años de ataduras y avanzar. Como decía Perón, con los dirigentes a la cabeza… o con la cabeza de los dirigentes que no sean capaces de comprender, asimilar y potenciar todos sus esfuerzos hacia la gran oportunidad que los juninenses tenemos al alcance de la mano y del esfuerzo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

SI TENGO QUE DAR MI OPINION DEL AUTODROMO.......ME PARECE FANTASTICO. Y SI LA COMUNA SE TIENE QUE ENDEUDAR MEJOR TODAVIA.........TENDRAN LA OBLIGACION DE NO PELOTUDIAR EN LAS SECCIONES DEL CONSEJO DE DELIBERANTES Y OCUPARSE ALGUNA VEZ DE USAR SUS CEREBROS LOS QUE LO TENGAN Y SABER CONTROLAR QUE LAS COSAS SE CUMPLAN , QUE NO SE DESVIE EL DINERO ,QUE EL MUNICIPIO SE RESGUARDE JUDICIALMENTE POR INVERTIR EN UNA INSTITUCION QUE NO ES MUNICIPAL. QUE EL ASFALTO CUESTE LO QUE DEBE COSTAR,Y LA OBRA SE HAGA DE LA MEJOR MANERA . Y SI NO SABEN QUE CONSULTEN CON GENTE CAPACITADA PERO QUE NO SE PRENDAN .JUNIN Y LA PROVINCIA TIENE MUCHOS INGENIEROS DE CONSULTA Y QUE NO SON CORRUPTOS Y MUCHOS ABOGADOS QUE SON DECENTES COMO PARA SABER ASESORAR . ESE PARTIDITO POLITICO M.I.D. QUE SE ACUERDE DE LA PALABRA " DESARROLLO " Y SE DEJE DE PONER PALOS EN LAS RUEDAS .PORQUE SI SE TRATA DE ENSUCIAR LA CANCHA.............LA PODEMOS ENSUCIAR Y NO SE SALVA NADIE . TRATEMOS QUE ESTE PUEBLO ALGUN DIA SEA CIUDAD .

Anónimo dijo...

INTERESANTE TU BLOG. SALUDOS. MARTIN LOPEZ LASTRA

Anónimo dijo...

Sería mejor que los ciudadanos de Junín primero tengan cubiertas y no que se haga el autodromo. este puede generar miles de pesos pero no va a evitar que las personas tengan enfermedades por beber agua en mal estado.
En todas tus notas se puede ver que elogias al Gobierno Local de una forma espectacular, por que será?

Rubén Darío Gandulfo dijo...

Para cubrir las necesidades de la gente hay que tener medios. Los recursos no aparecen por generación espontánea, hay que producirlos, por ejemplo, con lo que puede generar el autódromo y sus beneficios indirectos. Respecto del agua, investigué a fondo el caso y no hay registros en la historia de Junín de casos de insalubridad adjudicables a la mala calidad del agua potable de nuestra ciudad.
Respecto de los juicios de valor, los esgrimo con fundamentos, que pueden ser compartidos o no. Me gustaría que en lugar de preguntas retóricas irónicas, quien piense lo contrario, lo exponga con argumentos serios. Sólo se expresa de esa forma quien no puede contrarrestar los conceptos.

Anónimo dijo...

En un todo de acuerdo con el comentario sobre el autódromo. Junín debe salir del letargo y sería interesante, ahora que terminó la campaña, quizás prestar atención a propuestas de otros candidatos, que aunque no ganaron, merecen análisis. Me refiero específicamente al plano turístico (Inversiones en hotelería internacional, sala de juegos, etc. con los debidos controles y seguridad que requieren y decididamente concentrados en el Parque Natural).
Siento respeto y aprecio por Ricardo Petraglia, valorando su convicción política, pero no deja de alarmarme las reiteradas trabas del MID a los proyectos del Ejecutivo, como si fueran en contra del desarrollo y progreso que siempre han pregonado.
Finalmente, agradeciendo la posibilidad de opinión que brinda este blog, me interesaría que el Sr. Gandulfo nos aclare cual será la función, responsabilidad y/o participación del Automoto Club Junín en el manejo y la rentabilidad de la explotación futura del autódromo. Pareciera que la Municipalidad invierte en una entidad privada, con el riesgo que ello implica. Pero más allá del beneficio turístico para toda la ciudad el usufructo será realmente para la Comuna?. Hasta hoy nadie oficialmente lo ha explicado.

Rubén Darío Gandulfo dijo...

Hay que destacar que el Auto Moto Club pone una parte importante en el total de la obra que es la infraestructura que hoy tiene. Pero lo que yo ya he planteado es que, además de los impuestos que va a tributar y que están detallados en el artículo, el club aporte un porcentaje de la recaudación para ser distribuído entre los clubes de fútbol y básquet de Junín que cumplen una enorme tarea social conteniendo a más de seis mil chicos de todas las edades y a muchos de los cuales, además, ayudan a limentar. Sería bueno que hubiese alguna ordenanza regulatoria de esta cuestión. Los concejales, en lugar se oponerse, deberían, según mi modesto entender, preocuparse para que la obra sea lo más beneficiosa posible para la ciudad y su gente.

Alejandro dijo...

Chem que tristeza ver asi los talleres de junin! un abrazo

Anónimo dijo...

Continuando con el tema del autódromo y como dice Gandulfo, habría que concientizar a la gente y de esa forma ejercer presión hacia los poderes Ejecutivo y Legislativo para encontrar la forma de que exista un beneficio general a partir de la recaudación que solo quedaría para el Auto Moto Club, independientemente de las tasas a tributar al municipio.- No olvidemos que la inversión la hace el Estado pero amplía el patrimonio de dicha institución.-
Además parece ilógico pensar que la compenzación puede ser, por ejemplo, crear otro fideicomiso para hacerle una pileta a Defensa Argentina, que no posee, o un estadio a Argentino para que no alquile más la cúpula.-